
El ronquido del silencio es cruel y desalmado:
A menudo son cantos elegidos y soñados,
cantos de amor y reposo abandonado.
destruyendo rincones heridos
que algún día estuvieron ocupados.
Tiene una voz de gong descompasado
que tironea las eternas soledades
donde se refugian las palabras y
se arrinconan en el alma.
Otras veces consigo
ser domadora de este canto disfrazado,
de huecos sin suspiros
que me saquean el alma, y entonces,
solo entonces,
siento que se me van las emociones
hacia otros cantos de silencios muy lejanos
y no necesito las palabras
para ser y sentirme en tus manos.
otras a yerbabuena cuando la vida se aquieta.
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Huellas.