
Así te quiero aunque no lo entiendas,
aunque ninguno de los dos
pueda entenderlo,
en este alternado sueño
que nos ha separado
pero que desde el inicio
nos fundió en un mismo vuelo.
Porque mis tardes
se revisten de los susurros
que brotan de tus manos
cuando el cielo comienza a teñirse de ámbar,
porque has sido
la próxima palabra
la esperanza
el beso inmaculado de mi beso
y ese torrente
que no aguantaría nuestra piel;
así sin más
porque la distancia
la no cercanía
y nuestras ausencias
son contrarias a la espesura material
del día a día.
Porque soy
lo que no podría ser
levantada en tu mirada;
porque puedo ahora
en este instante
ser abrazo ardiente
beso
desenfreno
llanto y sexo
sin más.
Sin dejar rastro ni evidencia
sin lugar al qué dirán
por nuestra nostalgia.
Soy lo que nunca podré
y sin dañarte
a tu lado, soy como la
implacable aurora
cada vez que abras tu mirada.
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Huellas.