una ráfaga de tus besos ,
me trajo la nube, la estrella
y el lucero del alba.
Una brisa lejana,
refrescaba mi cara
sembrando caricias,
despertándome el alma.
Y quiso ser fuego,
calor de aire rojo
que abrasara mi pecho
fragua que forjara mi cuerpo,
pero vino un viento
frío que tendido, me arrastró fuera
de lo terrenal y me subió huracanado
al universo,
y solo fue un momento que desanduvo
el tiempo.
Y ando como loca por el mar y los aires,
buscando tu pie, tu mano
que me rescate,
¿porqué no miras y tus ojos abres?
Niño de pelo negro y de piel suave…
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Huellas.