
Desgarrando el silencio
de este atardecer,
en el que ya tiembla
el oro pálido de las estrellas
se oyen dos grandes voces,
la de la luna que se esconde protestando
y mi voz con un “te quiero gritando”
pasan fatigados los últimos vientos
y el crepúsculo es como una nube roja
que se arrastra por el cielo
como mi corazón,
que se encoge lastimero
en el hueco de mi pecho.
Mis solos pensamientos
son tus ojos,
plenitud de sueños,
y es tu boca con sus besos,
tu mirar, conjuro
sal y romero
tu aliento puro…
aroma delicioso
en mis labios zalameros,
eres la luz
sobre mi noche
y brillas en los pliegues de mi cuerpo,
a ti te dedico este escrito,
que mi sueño glorifica,
con la gloria inefable de las rimas,
acortando noche y día
la distancia a veces dulce y otras fría.
inhalo lo ke escribes... me sirve para consuelo...
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