LA LOBA DEL ANDÉVALO

lunes, 28 de abril de 2008

Esa Rosa...


¡Son tan cómplices los ojos¡

marcan el alma sus pupilas,

esas pupilas enseñadas

a doblar acero de pura lástima,

obsequian su función

esperando testigos

de su tristeza,

sólo la hallé entre los pétalos

de su regalo,

simulando azules gotas de rocío…

¡fue tan cómplice la rosa¡

1 comentario:

Huellas.