
¡Son tan cómplices los ojos¡
marcan el alma sus pupilas,
esas pupilas enseñadas
a doblar acero de pura lástima,
obsequian su función
esperando testigos
de su tristeza,
sólo la hallé entre los pétalos
de su regalo,
simulando azules gotas de rocío…
¡fue tan cómplice la rosa¡
muy buen la composición y la idea...enhorabuena por tus versos....azpeitia
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