
Llevo la puerta de mi piel abierta,
allí se mecen mis sueños,
de verde menta, de deseos invisibles,
de infinitos presagios
porque yo soy eso,
deseo, rocío, lluvia,
rayos, tormenta relámpago,
refugio tierno de tu noche,
esencia y néctar…
soy tu apretón de labios,
de besos y versos,
que te alimentan,
y mis ojos son,
miradas que a tus párpados abrigan,
idas y venidas entre poemas,
bebiendo de tu sed,
mirándome en tu rostro,
que aguarda celoso,
cuanto infinito sale de mis ojos,
que mezcla de amor y desamor
te lleva mi mirada,
ese horizonte que se derrama
ciego sobre la tarde inventada,
de océanos que nos hablan,
de rocío y de agua cuando me llamas,
cuanto fuimos y cuanta nada…
derramamos en la vida y las palabras.
Muy bello y lleno de poesía...azpeitia
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