
de la tarde y el sol anaranjado
se deshace…
y en medio de la noche
vestida de azabache,
sobre los montes y valles
sobre los ríos y árboles,
por encima de las casas y sus aleros,
traspasando el campanario,
blanca, muy blanca,
la luna ahíta de luz,
radiante… se abre.
Qué preciosa estaba ayer la luna
Entera, redonda, blanca,
A cada paso parecía que me siguiera,
Luna lunita, cascabelera.
En las aguas de la ría
se refleja,
despues me fui con ella
a una fiesta en el cielo
y me bañó de estrellas...
Que rico debió ser sentir ese baño de estrellas, con su chispa brillante.
ResponderEliminarDonde esa manta negra de noche te protegía,
Y esa luna, gigante, solo su existencia te llena de alivio, de vida........
Que bellas palabras tuyas:
Anoche la luna: Entera, redonda y blanca.