
jueves, 31 de diciembre de 2009
Año Nuevo

martes, 29 de diciembre de 2009
2010

martes, 22 de diciembre de 2009
Para Todos

jueves, 17 de diciembre de 2009
Que no ni Ná...

solo a veces es bueno tanta soñadera...
Las mismas tardes en las que aún huele a jazmín en primavera, a azahar y a romero fresco en invierno, a sol que fogoso besa, a yerbabuena, a mermelada de fresa y a almendras...
Y a luna llena...
En esas tardes de la inocencia, y en las de ahora, yo, aún creo en cuentos y en princesas, pero eso, a veces, porque no es posible ni con una lupa encontrar un principe que sea azul, Eso es Quimera...
Es como si en vez de sonar los compases de una guitarra o de un piano en trance, sonaran los cuarenta principales, como dice mi abuela, " Ay mi niña, qué difil lo tenéis ahora con los hombres- se reía de mi a campo abierto- ahora hay demasiada comida prefabricada , muchos comodines y sucedaneos" jaja, anda que no es mi abuela... sabia. Que no ni ná...
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Mira.

domingo, 13 de diciembre de 2009
Encuentro

Al salir Isac, tropezó con Sara, sus miradas tropezaron, ambos olieron sus aromas.
Él cerró los ojos y aspiró una larga bocanada de aire, luego, levantó su mano y la posó sobre la de ella…
Fue solo un instante… ambos corrieron a separarse… el momento de peligro pareció superado.
Ella levantó sus ojos y él abrió y cerró la boca en unos segundos con gesto nervioso, se alisó los cabellos y se apartó. Parecía un hombre a merced de un niño que no supo que hacer, mientras ella corrió hacía la puerta que estaba medio abierta.
Todas las mañanas Isac desayunaba en ese bar, le gustaba mirar por la ventana y ver la gente pasar, un día la vio cruzando la avenida, aprovechó de inmediato para salir tras ella, quien sabe si la volvería a encontrar, corrió hacia la puerta y esta se abrió de sopetón como la vez aquella…
Un estremecimiento les sacudió a ambos el cuerpo, idéntico encuentro…
Quizá puedan pensar que fue casualidad…
Pero él sintió la necesidad de aspirar la bocanada de aire para sentir de nuevo su aroma con esa memoria que no se nos escapa… y entonces rompieron al unísono la voz y la palabra…
La luna grande y bella les ha sorprendido y los sigue, pasando tejados por las calles mojadas… les recorre la vida y no ha sido un sueño, sus pasos recorren el silencio quieto.
Quizá el amor les rompa como un vaso sus pechos, quizá el corazón les sirva de música al silencio… Toc Toc, todo empieza en la sencillez de un encuentro, la vida hace piruetas y el tiempo nos da la respuesta…
En un suspiro.

martes, 8 de diciembre de 2009
Son mis Amigos.

lunes, 7 de diciembre de 2009
Llenos de Nosotros.

Muchos pensamos que la vida es un ciclo inmenso, que todo va y todo vuelve mirándolo con ojos nuevos, esta idea circular, favorece una visión distinta de la vida, bueno, no sé si es exactamente cierto, pensamos que todo se recupera y dejamos pasar el tiempo como si fueran las estaciones, si sabemos que las hojas que se caen vuelven a poblar los árboles, no nos dejamos llevar por la desesperación y esperamos lo mismo, que de nuevo vuelva la estación y con ella la ocasión, no sé si me explico, pero creo que no es así, hay un tiempo para todos los hechos y unos hechos concretos en un tiempo… hay cosas que se pierden y se vuelven irrecuperables.
Con eso quiero decir que la vida es corta, que hay que aprovechar las cosas al vuelo y que a pesar de que todo renace en un afán de vivir, ciertas épocas y hechos hay que agarrarloss en el momento, y arreglar lo desarreglado antes que no te deje el tiempo.
Suele ocurrir que en la adolescencia o en plenos años jóvenes en los que pasamos volando por las cosas, los sitios y las personas, descuidamos hechos importantes de los que nos damos cuenta después, y a los que ya no puedes volver, al menos exactamente como en esos tiempos pudieron ser.
María tiene 16 años y las relaciones con su familia se están deteriorando, María es rebelde y adolescente y aunque ella piensa que está preparada y que lo sabe todo, se está equivocando y a quienes más la ayudan y la quieren, ella sin pararse en el tiempo y a mirar sin ver lo que se está perdiendo, los está dañando, y es ahí donde piensan su madre y sus hermanos que en esta época de la vida, se pierden vivencias que nunca podrán ser recuperadas, momentos hermosos que pierden, tanto ella como ellos… la unión de esa edad con la madre pienso que es algo que nunca se puede perder, ella no volverá a ser adolescente y su madre y sus hermanos ya tienen el tiempo más justo y piensan que ya no tienen tanto para recuperarlos y sienten que pierden esos momentos con ella, la vida y sus ciclos que llegan y te cambian los hechos, que complejo es el mundo de las relaciones afectivas, no entendemos porqué a quienes más te quieren y quieres, y están más cercanos, es a quienes se les hace más daño, aún sabiéndolo y no evitándolo.
Bastaría solo que María se parara un momento, que viera cuando mirara y no se dejara llevar por esa ceguera banal de pensar que habrá un mañana para poder arreglar, no tenemos mañana, ni ayer, somos hoy y hoy debemos hacer aquello que no podemos dejar para otros momentos, es fácil decirlo, pero es así, ya hemos pasado por esos páramos de la vida donde desaprovechamos lo importante por aprovechar todo lo demás, hay momentos que no son provisionales…
Quise recordarle esto hoy a María, que se pare un solo momento y no pierda momentos que son eso, momentos únicos que hay que vivir en el justo momento, para que un día no le quede vacío por dentro de lo que no hizo y pudo haber hecho.
Alimentar el cariño y la atención por quienes se lo dan a puñados día a día es una necesidad que hay que colmar.
Me suena demasiado todo eso, eso de anhelar lanzarse de cabeza a la vida sin pedir permiso ni consejo, ese descuido y ese acaparo de unos y otros momentos tan distintos y necesarios al mismo tiempo. Esos años tan lindos, tan únicos y tan ciegos…
domingo, 6 de diciembre de 2009
Y yo mientras...

viernes, 4 de diciembre de 2009
Aminetu... No te humilles ante un Tirano.

Que quita toda palabra y me hundo un hondo silencio.
lunes, 30 de noviembre de 2009
El busto.

El silencio de ella, no lo ayudaba, no podía comprender porqué no tomaba vida, no lo hacía perfecto porque le faltaba su palabra, el fulgor de su mirada, era como si a la noche no la siguiera el día...
Pena y confusión sentía el artista, y silencio en el busto de arcilla...
Pero él la conocía, sabía que sus silencios transcurrían meciendo las palabras... y él, una y otra vez mil veces lo intentaba...
Una resignación ya usada, lo llenó de tristeza y volvió al trabajo de la estatua. En una sacudida de ternura, siguió por el busto dándole figura, subió el codo hacías sus ojos y con la tela de la camisa se secó la lágrima que lo besaba...
Seguirán transcurriendo los segundos y el silencio, en el reloj que escondió debajo de la alfombra y el artista, seguirá modelando aquél busto de nácar intentando ofrecerle su vida, aunque muriera él, después en sus brazos ya cálidos de arcilla y le diera ese beso de amor que nunca se olvida y perdura después de la vida...
martes, 24 de noviembre de 2009
Elisa Y Fernando.

lunes, 23 de noviembre de 2009
Alas.

Subida a este pedestal, como una hoja mojada a la intemperie, hallo señales, huellas, marcas y pasos que se pone mi propio corazón, para calmar tanta hambre y tanta sed que se reflejan en el cristal de tus lagunas, cuando me arriesgo a mirarme a esas aguas donde navegan tanta inquietud y desasosiego. No quiero quedarme, no quiero.
En este viaje que emprendo de ida, busco aposento en la efervescencia de vida, me llevo todo como esa alondra que en su vuelo, busca el consuelo que cure las heridas que llevo yo en el pelo.
Ese miedo que vengo derramando, que se hace dueño de ese velo de luz estremecido que se apodera de la comunicación de mi alma y tu alma.
¡Cómo borrar de esta urna de hielo e infortunios, esa imagen que pone barreras a este mar de encajes y de plata¡ me gusta volar, buscar la altura sola y lejos…
Perdona por mis ausencias que esta vez no van cargadas de regresos.
He aspirado tu corazón, lo que he querido me lo llevo.
Perdona por no disponer de más remos que adentren mi barca para zarpar hacia ti, navegando por tu boca, y refugiarme en tu pecho, apoyarme en la arena de tu piel… perdóname… si prefiero sentirme libre… si prefiero el aire al mar, el cielo... libre y entero, ese en el que yo vuelo...
¿A cuantas millas vestirá el cielo mi partida?
¿Cuando dejará la gaviota sus alas de plata?
¿En qué crepúsculo desembarcaré sin ti, navegante?
Pero estás aquí, en mi pliego, en esta pluma que mece el viento libre del alma, que se refleja en tus aguas... marinero... mejor navega en tu barca que yo planeo en mi cielo, nuestro encuentro será el reflejo de mi libertad en tus espejos...
y a pesar de todo eso, escriben las nubes sobre las olas dos palabras que dicen te quiero, no lo olvides marinero...
No me pidas nada… No me lo tengas en cuenta… nunca se me rompieron las alas, ni a ti tu velero...
sábado, 21 de noviembre de 2009
Naúfrago

Una noche,
llamaste a su puerta
muy despacito,
con los nudillos de la mano…
y no te oyeron.
En un amanecer
de los que te sorprendes
bajándote de la noche,
en un Alba cualquiera…
llamaste de nuevo
tres veces a la puerta,
esta vez con la mano abierta
y de nuevo, no te oyeron…
Amarraste todos tus sentimientos
en un pañuelo,
como en un hatillo
y volviste tus pasos al camino
anunciando tu pobreza…
Calle abajo,
corría tu sed
la sed propia de los náufragos.
Un viento frío
sustentó la noche de melancolía,
como una brisa helada
que congela los sueños
y atenta contra el pulso del alma,
como una boca blanca
que sopla añoranza…
el tiempo incansable
que nunca para…
y el mundo que cambia,
y el viento que arrastra la esperanza…
El Piano.

La puerta estaba entreabierta y avancé por la estrecha galería, y estabas allí de medio lado a mis ojos, detrás de tu cabeza se extendía un haz de sol iluminando tus ojos y tu rostro. Te volviste hacia mí y me viste también como también me dirigiste una sonrisa viva que te venía por encima de tus pensamientos.
Sentí la necesidad de refugiarme en los brazos de mi padre buscando ávida su ternura.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Del Cautiverio Inmenso.

Del cautiverio inmenso
De tus brazos… he cerrado los ojos,
He caído en el turbulento mundo de los sueños,
Donde habitas a ratos,
He visto mi silueta dibujada en tus pupilas
Mis labios gozosos abarcando tu sonrisa.
Abandonados a las caricias,
A tus manos ágiles de ternura
Posadas en mi cintura…
En el silencio profundo e invencible
De los sueños,
He parado el reloj, y la noche,
Derrama su piel entre mis sábanas
Y se nutre mi cuerpo de silencio
Enredando las horas
Como una caricia que levanta su vuelo…
Roto por un “vente conmigo allí donde te quiero”,
Fuera del tiempo en que me pierdo
Bebiendo de tu boca y de su cielo…
martes, 17 de noviembre de 2009
Cosas Tontas... Mías...

El pensamiento es como el viento,
Sin ningún esfuerzo extiende sus velas
Y nos arrastra a una velocidad de vértigo,
Nos lleva a ser completamente reales,
Sin impedimentos.
Hay pocas personas que compartan conmigo ese espacio,
No suelo hablar demasiado,
Me gusta más el silencio,
Incluso en mi trabajo.
Y aunque me gusta mucho el cine, nunca participo en obras de teatro, confieso que no me gustan los corrillos, ni las críticas ni doy bromas de mal gusto, y mucho menos le río las gracias a quienes no saben del sabor de la sal, que ni gusto tienen.
Nunca me ha gustado hacer roscas a nadie que no se lo merece, hasta pa los dulces hay que merecer…igual que pa lo amargo… siempre, siempre, correctamente…
A mis amigos los elijo yo, y qué bueno si después me elijen ellos, y si no, abierto queda mi corazón… como no, si cerrarlo es peor…
Nunca me ha gustado cortar trajes, no suelo llevar tijeras, eso de cortar, ese estruendo del Rassss, siempre se me dio muy mal, y siempre he pensado que allí donde tengas la olla (recipiente donde se cuece, la comida), pues no se pone, todo lo demás… en fin… era un refrán que acabo de adulterar, pero ya ustedes entenderán… a veces, según que cosas para entenderlas, no hay que decirlas tal cual… Ustedes ya las sabrán…
No me gusta la prepotencia, me suena a indecente, ni me inspiran confianza los cargos importantes, sobre todo, esos que lo usan para darse a entender lo grande, que es…más que ná… a mi me ponen seguro en lista negra por no reírles las gracias, ni decirles lo que valen… tampoco sé inventar yo la salsa, pos no te digo… a ellos no les falta quien les regale…
Que por cierto no vale quien dice que tanto que vale…
Esas cosas se llevan naturales…
No sé si estoy con este escrito retratando a su contrario y al mismo tiempo diciendo de lo que
gusto, no sé tampoco si me explico poco o mucho, pero es esto lo que dije que es como el viento, el pensamiento, abre sus alas y nos arrastra como vértigo… así está hecho.
A mi me gustan las bocas sanas, que saquen con su voz ese aliento cálido que te acompaña .
Y no me gustan los hombres que chaskean los dedos con un Hola Chati... bueno es una forma de hablar, no importa la metáfora de la frase, sino su fondo, ya también sabrán…
A veces te salen enemigos y eres el centro de atención como una rara de la sociedad, porque sigues otros pasos, pero hay pasos que yo no voy a dar.
A los corrillos, a los dardos, a no cortar trajes, porque nunca fui sastre, a no lanzar pelotas a diestro y siniestro, a seguir ningún juego, si es por esto, lo voy a seguir siendo, a veces es bueno ponerse los cascos o guardar silencio y luego, hago lo que quiero…
sábado, 14 de noviembre de 2009
De Nuevo Isabel.

Ayer vino a mi casa mi querida vecina Isabel, ha vuelto a solucionar unos asuntos de una casa de su familia. Por la noche fui a su casa y me dijo que me quedara un rato a charlar con ella, le dije que si.
Está más doblada que nunca y muy delgada, será que su edad es más grande, sin embargo, la encontré muy lúcida y con mucha firmeza en sus pensamientos.
Me contaba la vida en Bruselas, no es la tranquilidad que busca ella, pero estaba contenta.
Me comentaba su tristeza por el estado del País y del mundo en general, se ve que está muy puesta, sigue siendo la misma maestra, mujer de un republicano de la guerra.
Decía más o menos:
Ay mi niña, el mundo está muy cambiado, lo cambiamos a destajo,
La vida perdiendo su equilibrio, y el mar su claridad,
Aunque ya no hay nada claro, ni siquiera es justo el horizonte,
Se vive todo tan material, que no importa si se pierde la dignidad.
El inmoral no se asombra,
Mientras note completo el bolsillo y a quien queda aún digno, se le ciegan los sentidos.
Se equivoca el tacto y la palabra, como se equivocó la paloma, no sabe si camina por los mares o navega por las lomas…
Hasta el rostro amado abre sus fauces ¡Hija mía qué desastre!
Ya no hay términos medios, o eres ateo o fanático.
Y en vez de alzar la voz y poner el grito en el cielo, -por si acaso- ahondamos el hueco que llenamos de silencio.
El mundo tiene moho, la esquina fría y al labio amargo.
Nuestro habitad se revela, vuelca olas al asfalto, retrocede sin clima y nos castiga…
Se oye un reclamo de pájaro y no hay luz en ningún faro.
Se han perdido los valores, tanto tengo tanto valgo, aunque sea a punta de violencia y de desfalco, de piratas, terroristas, tahúres, sinvergüenzas y una larga lista…
Se equivocan nuestros pasos… ¿Dónde vamos?
Madre mía Isabel, nunca mejor dicho, que eres como mi madre, pero me has dejado caos en unos pocos instantes., sobre todo cuando me has dicho aquello de “ no sabes cuánto hemos corrido los estudiantes y los que no lo eran, delante de las fuerzas del orden en pos de la justicia, no comprendo de qué pasta estáis hechos, no comprendo el marasmo, el conformismo a estos extremos, ¿A qué tiene miedo la juventud de hoy?
El cobarde deja de serlo cuando se enfrenta al valiente, o es que ahora no se tiene la sangre caliente… sobre todo cuando ya hierve”.
Confieso que se me saltaron las lágrimas y me dejaste sin argumentos porque pensé que era cierto, pero cuando me di buena cuenta de eso, guardé silencio, quería disfrutar de su opinión, no de la mía.
Debéis procurar quitaros de encima tanto parásito y llevar las cosas al camino de la honestidad, solo así se cuidan las riquezas, lo mismo de una casa, como de un país, como la del mundo, la línea recta es el camino para llegar antes y mejor a todas las cosas, a todas las personas, directas al corazón y no a la cabeza, que este a la honestidad la tiene alojada en su casa y le tiene confianza.
Pues sí Isabel, como siempre tienes razón y como siempre consigues emocionarme, e interesarme, eres una buena persona dentro de una maestra. Un beso Querida Isabel. Quédate.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Te lo prometo

No sé si contarte o escribirte
un cuento,
no sé si al instante
o esperar a la noche
bajo la luna llena
en un campo sembrado de estrellas…
No sé si usar la voz tenue de mis labios
o la marabunta roja de tinta
que veloz impulsa mi pluma
alzando al corazón,
tan indiscreta ella…
Que late alerta.
No sé si escribirte al lado del mar,
de aquella orilla de tu boca,
que como un océano
ahoga mis labios si me besas,
de cómo aúlla el viento
los ecos de tus besos…
O bajo tu atenta mirada
que bajo el temporal,
me desboca
en las rocas negras de tus ojos,
esa que como un mar de pasión,
me rebosa, me hunde,
me inunda, hasta volverme agua
y morir ahogada…
Y luego,
contarte como me haces florecer
cada segundo,
para morir de nuevo…
Mejor otro día te lo cuento…
Cuando la luna de nuevo se vierta
y tu boca me pierda... Te lo prometo.
martes, 10 de noviembre de 2009
Evasión.
sábado, 7 de noviembre de 2009
Abrázame

Me gustaría que hablar fuera tan sencillo como abrazarse, porque el abrazo es un encaje perfecto que dice sin palabras, encierra toda la sensación que vibra entre dos corazones y laten al unísono. Es mágico saber escuchar lo que dicen los silencios en un abrazo sincero y sentido.
Quiero que me abraces fuerte, que sean materia volátil nuestros brazos, nuestros cuerpos, que surja sola, única e imperecedera, que crezca lenta como la confianza y nos abarque el pensamiento, y la voluntad que nace y crece del sentimiento.
Abrazarse, qué gesto tan generoso, acoger un cuerpo en el nuestro, y abandonar el tuyo en el otro, sustituir las palabras por gestos, gestos de cariño, formas de sentirse cerca, de descubrirse, de regalarse el cuenco que nos acoge nuestro latido.
Un abrazo, un gesto limpio de corazón, que despeja nubes en el cielo, y calma el frío y traspasa el calor. Como un encuentro pactado tácito, abrir los brazos sin sonido ni voz, el impulso etéreo al unísono… deseado pero imprevisto.
El abrazo en silencio que transcurre ameno, entre dos que se pasan consuelo... Sencillamente… abrázame.
viernes, 6 de noviembre de 2009
Ay el Descenso

Vengo de la naturaleza…
de nuestra madre tierra,
de hacer senderos por las montañas y por los páramos,
arriba y luego abajo…
Y me traigo de esos lugares un cansancio enorme y un desconsuelo.
He subido, y ha sido fácil,
porque he sentido que arriba en lo más alto, me estaba esperando esa pradera hermosa con el frescor del mundo por montera, para que yo la pise fresca y nueva, como una adolescencia, y al llegar arriba, pude reconocer en su altura de hierba, cada trazo, cada piedra de la conseguida meta…
He sufrido, he sudado, me he cegado con el sol y la niebla y al final, ha sido un bálsamo, no tanto por lo logrado, sino por haber comprobado, que como en la vida, todo toma forma si subes hacia arriba.
Y he bajado, y qué duro es el descenso cuando después de subir ya vas bajando…
Las piedras se afilan, las sensaciones cambian, las piernas se acorchan y de repente, la soledad te aniquila, y todo lo que brilla allí arriba, abajo, se vuelve pantomima…
Fueron esos mis pensamientos haciendo senderos,
ya te digo amigo, la misma montaña, el mismo atuendo, las mismas ganas, pero a la vuelta… los ojos hacia el suelo…
ya ves, es lo amargo del descenso… En este mundo... mientras más subo...
El desamor de Fernando.

Él buscaba la ternura derramada entre sus cosas, la imaginaba prendida entre los labios cosida a su sonrisa.
Creía que conocía todas las variedades de su alma, pero sin embargo ella seguía llegando rompiendo sus esquemas, aún recordándola, lo hacía volar, fantasear, soñar despierto y siempre la encontraba sin proponérselo y se colaba despacio y poderosamente en su corazón.
Donde muero y renuncio a vivir para siempre”
El día ha oscurecido, y tu amor,
Ha ido a parar al rincón del olvido
Allí donde mora lo que pudo ser y no ha sido.
martes, 3 de noviembre de 2009
Oliendo la Fe.

Hoy estoy enferma, bueno hoy no, estoy enferma desde el viernes, he pasado un puente algo complicado, he tenido una recaída en un problema de salud que arrastro hace unos años, no importa que seas fuerte, activa, incansable, luchadora y joven cuando la salud se quiebra en un momento de la vida.
He tenido varias recaídas pero hacía tiempo que estaba bien, el entorno problemático, los reveses, el stress, esta vez me han encontrado frágil y me doblé como una espiga a la que dobla el viento con susurros violentos.
La sensibilidad en las personas no siempre es beneficiosa, corres los riesgos propios de la fragilidad y aunque seas fuerte, el interior es una lámina de cristal que se fisura al menor roce, y esta vez, me pasó, me cogió confiada, alegre y activa como siempre y me dobló el talle, la cintura ágil... como esa mariposa que vuela sobre la mano blanca atentando contra el nervioso pulso de mi alma.
Y esta vez tuve que acudir a la baja laboral a la que tanto temo, porque me sume en la angustia de estar en casa como una sombra sin actividad.
Casi siempre pensamos que somos fuertes y jóvenes para ponerte un escudo y luchar contra los monstruos del pantano, pero que va, no somos nómadas del beso eléctrico y del acordeón del mármol, nos hicieron débiles, frágiles, cuando se fugan los compases, quedamos tierno todo, augurando, temiendo, deseando, prohibiendo, NO pasar, que mi interior está deshecho y llamamos a gritos a la ansiada normalidad, a la rutina y a la anhelada calma cuando nos falta.
Hay días que piensas que nada merece la pena, que las olas no suenan, que la vida se esconde que el mundo con su inquina temática te engulle, entre los adoquines de la acera, pero he ahí, que nos agarramos a las armas del alma, a las más feroces, nos defienden y siempre una luz aunque sea leve, aparece por el horizonte, aunque solo sea un pensamiento también leve.
A veces intento ser viento para rozar mi rostro, y siento su beso fresco rozar mis labios, son las inmensas ganas de las que no me desprendo, para dejar así paso a los sueños.
Y en ocasiones, todos nos sentimos como recién venidos al mundo asustados y descosiendo el disfraz de la fortaleza, y derrumbando piedra a piedra la gran muralla infranqueable del pecho y fabricando una materia para un corazón más fuerte, y aún así seguimos exclamando un “gracias” que desborda los límites de la misma piel, y los filos de las manos construyen azahares perfectos para seguir oliendo la fe.
Mañana estaré mejor, y hasta la próxima, y así transcurre todo mientras buscamos un antídoto para el interior y una medicina para la materia de afuera, como la que me a mi me da el doctor, desde que un crack me quebró la salud aunque no la ilusión. Tengo la vida por delante y todo el paraíso que soñé, apenas sin estrenarlo, aunque quien sabe, no hay nada que podamos retener en nuestras manos.
Qué extraña y estúpida enfermedad esta que asalta mi cuerpo, una emoción fuerte y me rompe el intestino en pedazos, pero nunca las ganas de volver a intentarlo, mientras me quede un halo de aliento que humedezca de vida mis labios.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Ser en Tí

nadar en las aguas de tus sueños,
y ahogarme en el mar de tus caricias…
Y quiero
ser el agua de la vida, allí en tu cuerpo
ser savia de amor, y que en mis besos,
encuentres alimento…
Quiero serlo todo
y quemar esta pasión que por ti siento…
Y quiero ser tu aliento,
que entre mis labios
suspires en silencio,
y entre tus manos, caer sin aire, sin respiro,
y quiero que entre mis brazos caigas rendido…
Y nuestro tiempo,
en el cielo de las horas
hacerlo eterno… eterno...
prometo abandonarme a las mareas,
y confiar a ciegas,
en la flecha del amor y del deseo.

domingo, 1 de noviembre de 2009
Tantos Pensamientos...

A veces los pensamientos hacen cola en el puño de la mano, nacen desde algún lugar que los haya motivado y se amontonan, surgen en un tumulto y se colapsan, aguardan hasta ser reconocidos, y luego o se les da libertad, o se convierten en gaviotas a las que se le han cortado las alas, otras veces son como arañas tejiendo transparencias y sorben las defensas, los miedos, los amores, las penas y alegrías, las miserias, y los sueños de animalito hambriento de biblioteca, que bebe de un océano de huellas…
Después de retornar al universo de los espíritus mansos, te serenas y te hablan y te cuentan, Traigo esto de aquí, esto de allá, esta es la voz que se escucha en el centro del pecho, los que están, y los que dejaron de estar, los que fueron olvidados, los reemplazados, los que se sentaron de otra manera, los irreemplazables, los confesables y los inconfesables… menuda jauría de pensamientos se amontonan a veces en un momento… algunos son sorbidos, truncados, transparentes, malintencionados, hermosos, acaudalados, interminables y también rotos… pero están todos.
Y te encuentras con ellos, y caen a tus pies, a los pies del cante, la manera irrepetible de entregarse con algarabía o desangrándose…
Y con una voz tan joven, tan irremediablemente joven, como el regreso eterno de las generaciones… Tanto pensar, pensar, para actuar tan mal, ¡Vaya pensantes!
Porque Hay Cosas...
incorrupto
del corazón
que se rompe
en rebeldías... Dice el Poeta...
sábado, 31 de octubre de 2009
El Hueco y la Sonrisa.

De vez en cuando sucede alguna cosa, un acontecimiento que deja un hueco y avanza como una grieta en tránsito, que se desplaza, y así, se rompen las cosas…
Menos mal que siempre hay una pausa donde persisten los latidos que a punto de romperse se levanta en ágil resplandor y se cuela por la linde de los labios, y la sonrisa, se vuelve eterna y prisionera de los sueños, y estalla en carcajada y germina en el cielo de la boca y entonces… Amanece.
El Alba va abriendo la espalda de la noche, y permanece, inunda el desierto y la marea avanza en las orillas, amansa las olas y apaga la tormenta…
Y brilla el sol, llegando un nuevo día.
Y el hueco que avanzaba entre las cosas, desaparece con las sombras.
Se camina bajo el sol de mediodía y vuelven a brotar las fuerzas… cerrándose las grietas… me encanta el nuevo día… y ese desfile de escenas repetidas que son parte de la vida…
Gracias a la vida… con grietas y sonrisas…
Adivinanza.

Más que mi nombre para decir quien soy, están mis actos, mis particularidades, mis razones.
Vamos representados en la voz del hacer y en el aliento que late, en algún sentido al que acogernos, un impulso sin nombre exacto se abre paso, un temblor cobra vida, nos define, nos acoge, y traza nuestros nombres, que más da si eres Felipe o eres Cosme.
Tus actos como son, te bautizan como ser, como hombre o mujer,- igual es- y luego de ser, nos renombramos y seremos este, ese o aquél…
Me dirás como te llamas, más tarde me dirás quien eres.
Como decía Pesoa” La luna brilla en todos los rincones,
Y es porque está muy alta”
Y se llama Selene.
Si no entiendes es porque no quieres…
jueves, 29 de octubre de 2009
Y Yo.
Yo también estoy pasando una mala racha.
Se me caen las cosas, las rompo, las pierdo,
no las encuentro, ni me encuentro,
y busco la soledad, y no me echo de menos,
no quiero acordarme,
no quiero…
No sé qué se me clava en el alma
contra mi pecho, no lo entiendo,
y hacia dentro me crece,
y me empapa la boca, los ojos, el corazón
y expulso al aire mi beso somnoliento,
el sol viene y se escapa,
y toca el mar, la tierra, el cielo,
y se derrama luego…
como un canto dentro, oscuro y a veces bello,
busco el valle, la cima de los montes
y abrazar otro universo…
escarbo sin tregua en la infinitud que me desborda,
y se hace amarga, alarido, fisura, gemido,
Y yo,
también siento esa inquietud
como un aliento de espuma que levanta el vuelo
para desmenuzar la sensación más honda
la pura transparencia de no saberme.
Será la mala racha,
como un hilo de seda
deshecho entre mis dedos,
pierdo hasta lo que no encuentro…
y me ataca el miedo de perderme yo toda,
por completo… como un ligero viento
desobediente y terco,
será que es frágil el cuenco donde habito,
sensible los adentros... que enajena mi pecho
embelesa mis ojos y no tiene regreso.
Será esta mala racha
como una danza ansiosa,
que me atrapa y me turba
y me roba de los labios el aliento
que he perdido y que no encuentro…
Ráfagas.

Tu mirada intenta travestirse de luz
y sus ráfagas
ensayan fogonazos de candela,
todo su fulgor
conduce a este océano que te mira
absorto y ahogado de silencios,
como un mar quieto
de deseos y de aguas húmedas…
que un día se desbordarán todas
estallando en pétalos
que empaparán la tierra,
de tempestades líquidas
como un trampolín a la conquista…
Y estos ojos, estos brazos, estos labios
de mares tormentosos,
acabaran con la sed de tu mirada
apagando a besos tu tristeza,
Como esa flor que se deshoja
ahogando de pétalos la boca que la nombra.
¡Es tan cómplice la espera!
miércoles, 28 de octubre de 2009
Los aromas.

La vida está llena de olores, a veces ellos te llevan a recuerdos de cosas y casos que viviste, se identifican los aromas de las etapas distintas que vives y que incluso marcan tu vida de tal forma que reconoces hechos por olores.
Este escrito me ha surgido al respirar algún aroma de los que recuerdo de cuando era muy pequeña, el olor a sol y a sal al abrir los balcones, el del rumoreo confuso de hojas de árboles y de luces mezcladas, el olor a café recién hecho y a mermelada y tostadas de la casa de mis abuelos en el pueblo cuando era la temporada de la recolección de fresas, el puchero de mi abuela, el olor que subía desde la cocina y aquél olor a muchacha de mamá cuando abría la puerta de mi cuarto cediendo de par en par, ante su estruendosa entrada, como una corriente de aire, descorriendo las cortinas y subiendo las persianas de la buhardilla que era mi habitación _ venga a desayunar_, obligándome a cerrar y abrir los ojos apabullada, ese despertar que tanto me gustaba.
Me gustaba mi vida, mi niñez, mi adolescencia y mi forma de crecer, entre el lento y a veces rápido pasar dulce de los años, en la dulzura en la que me criaron, me gusta lo que tengo, la misma dulzura que conservo.
Mis amigas decían que mi casa podría ser llamada muy bien la casa de los aromas. Entonces era una casa muy peculiar, a la entrada olía a toda clase de flores y plantas y a pinos que la rodeaban. Luego cruzabas una terraza antes de llegar a la puerta llena de arcos de rosas de pitiminí, esas Rosas pequeñitas que en Andalucía se enroscan en alambres y se les da forma, y a ambos lados, arriates de Azucenas, Gladiolos y Dalias. Luego de abrir la puerta de la calle, en el recibidor, olía a jazmines que mi madre ponía todas las mañanas en recipientes de cristal, si pasabas al primer salón olía a los pétalos de rosas que también colocaba de todos los colores, traídas del patio, a los lados de ambos recintos las puertas de tantas habitaciones y los cuartos de baño que olían a lavanda y azahares, y en el segundo salón donde comíamos y veíamos la tele y jugábamos en las mesas a los juegos, ya olía a yerbabuena, este daba a la cocina, si entrabas ya se mezclaban los olores de las ollas de mi abuela, de sus comidas, sus postres y sus compotas, luego pasábamos al primer patio que estaba techado por una gran parra de uvas negras enormes que en su época olía a ellas, a la derecha una escalera que llevaba a la terraza toda cubierta de jazmines y detrás donde se tendía la ropa, los naranjos oliendo a azahares, y debajo los bancos de hierro hechos por mi padre y los arriates de romero, perejil cilantro y demás especies que en las noches de verano y bajo la luz de la luna sus aromas eran bálsamos agradables para las noches serenas, era donde mi madre nos contaba los cuentos y las historias al lado del limonero, de los que ya hablé en este blog.
Seguidamente, el segundo patio, donde estaba el cuarto de baño para las duchas de la piscina y un salón con chimenea donde celebrábamos las navidades con una familia larguísima; y rodeando la piscina, después del césped, árboles frutales, manzanos, perales, melocotoneros, mayuelos nísperos, la vieja higuera y el membrillo que a mi abuela la dulcera, le servían para sus mermeladas y compotas, y más abajo, la huerta y el muro donde a veces se posaban las gaviotas del mar tan cercano, y a sus pies, rosas, rosas de todos los colores... después de la huerta, la puerta verde, y ya más alejados, los grandes campos de fresas.
Cuando corría un poco de brisa y se abrían las puertas y mi abuela hacía los dulces de canela, los olores transitaban a conciencia, logrando con ellos metáforas que se prolongaban en todos los objetos... y traspasaban las grandes cristaleras... No me digan que mis amigas, no tenían razón...
Ahora desde que murió mi padre, apenas si vamos y la casa, llora silencio por las rendijas... pero sigue siendo preciosa.