lunes, 30 de mayo de 2011
y así sea.
Tal vez, en una noche tranquila
un temblor de tambores
resuene en mi corazón,
y dilatado por su sonido
rebose amor.
Amor sobrenatural,
sugerente y salvaje,
y tan profundo
como el tañír austero
de las campanas,
que sueltas suenan
por el cielo.
Y luego,
yo pincele tu vida
de palabra y poesía
y tú,
puebles la mía
de ilusión y fantasía.
Y que así sea...
un temblor cálido contra mi pecho
como un fuego, ya tarde para apagar...
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