
Esa ligereza, esa levedad...
Como cuando nacemos, desnudo y natural , limpio, por fuera y por dentro como quien no tiene "Na", sin peso ninguno ... "pa" que te ensucie el mundo...
Bueno ya, pero es que es un alivio- como comprenderán- despojarse de tanta envoltura, sobre todo en invierno.
El vestido, el ... diré mejor "sostén" que sujetador, la palabra es más corta y me suena mejor, para su insistente opresión... los zapatos, las medias, las bragas, y ya antes me había quitado la chaqueta y si hubiera llovido, la gabardina o el abrigo, y también el paragüas, y todo de marca, una lata de carga ...
Pero una vez en casa, cuando me quito la envoltura miro en los bolsillos y me deshago de los objetos de brillo, las telas, que suenan a metal y puro material, y luego, me encuentro con mi piel suave, suelta y natural, la traspaso y sigo limpiando, ahora el interior... allí valoro, discierno, escojo y lo pueblo de cosas incomprables e imperdibles... que de todo lo demás, que no sirve luego "Pa "Na", ya se encarga "Mastercar"...
¡Cuánta libertad!