
Que cuánto yo te quise?, Olvídalo,
¿Que si te quiero ahora? ¡Qué más da¡
¿Qué vuelves a quererme? Déjalo,
Y mientras, en los ojos deshojados,
la luz incierta del olvido,
ese dejar de ser, tras los cristales.
Dime
¿Por qué me robaste el alma
y te bebiste de golpe
el verde de mi esperanza
para la sed de tu agua?
Déjame beber de tus labios
la explicación de la causa.
La lluvia hiere la noche que se derrama
segundo a segundo calmando mi ansia,
tu recuerdo envenena este corazón mío
y se le hace grande la tristeza,
se le amontona el dolor y las preguntas,
¿me has querido algún instante?
La respuesta me sabe amarga
como los besos de la boca del engaño...
A veces en el mar de tus palabras,
Se queda mi tristeza prisionera,
Y la dulce caricia que guardaba
Promesa de tus manos…
Se duerme entre mi clara cabellera
Y en el beso dormido de tus labios.
Che bello rivisitare il tuo blog e leggere le due dolci parole e pensieri...
ResponderEliminarCiao
Vito
Preciosa poesía,que expresa todas las preguntas y latidos que quedan en suspensión cuando una historia que no ha tenido fin, se acaba sin razón.
ResponderEliminarMe gusta tu blog.
Gracias por compartir.