Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

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Corramos... Hay que salvar el planeta.

Corramos... Hay que salvar el planeta.

La Tierra

La Tierra
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jueves, 4 de octubre de 2007

Yo Tu Tierra... Tú mi Cielo.


Tus dedos impacientes recorren mi cuerpo

tus labios se abren en la rosa de mi pecho

Provocando un río turbulento de deseo,

Tu boca, sedienta, dejó seco el océano,

Tus manos y tus labios se perdieron inquietos

Lentamente, piel a piel, en un abrazo eterno,

Mi pelo atorado en tus dedos

Éramos, yo tu tierra, tú mi cielo.,

Ardiendo, ardiendo…

En clamores de besos

Y lenguas de fuego.

miércoles, 3 de octubre de 2007


Quiero estar contigo

Entre tus sombras,

Cuando te golpee la voz

Fuerte o frágil del trasiego,

Si ríes, río, si sufres sufro.

Quiero exorcizar tus fantasmas,

Quiero respirar en la esquina

De tus labios

Y reposar mis angustias

En la extensión de tus brazos,

Donde se esconde el amor exacto.

Quiero ser libélula,

En la noche encantada de tus ojos,

Y suspirar olores, día, noche,

Tierra, mar, aire, sin temores,

Buscar un rinconcito estrecho

Y recomponer caminos,

En la orografía tibia de tu pecho.

Anunciar la primavera,

Al sentir el canto de las caracolas

En tu agitada marea

Y el ulular de los grillos

A la hora de la siesta.

Y tú, me sonríes,

Mientras tus pulmones

Se emborrachan de humo,

Con cierto temor a las gaviotas

Que siguen a los timoneles sin rumbo.

Mi Lloro...


Yo quiero adecuar mi palabra,

Gritar lo que siento

Que no se haga irregular

En ningún momento,

Que encienda un himno distinto,

Un canto suave

Que se disipe en los oídos del mundo.

Que no sea sometido

Por ningún yugo indigno,

Que no brote mi lloro

Ni adversos los gritos

Que no clame justicia

Por el amor quebrado,

Por la ilusión tronchada,

Por el canto velado,

Por el verso que se lleva el progreso,

Por los campos secos,

por la rabia

por las bocas de fuego,

por la muerte de la esperanza

en todos los pueblos

por los murmullos del lamento,

por el aire desierto…

por los gestos altivos,

los abusos y los desprecios,

por la falta de alquimistas,

las conciencias sometidas

los miedos derramados en los caminos,

que mi grito sea brisa de sal y viento fresco

que refresque el mapa y el universo.