domingo, 30 de diciembre de 2007
No sé yo...
Poco me importa ya,
la noche que duerme fuera,
si mi noche se ha juntado
con el día…
Si ya no sé si es el sol,
o es la luna la que brilla,
ya no sé si me sostiene
una estrella,
o es el brazo del viento
disfrazado de caricia,
que me abraza,
sobrevolando la llanura
o la montaña,
no se yo,
si sea culpa del silencio
o se me está haciendo jirones
la piel del sueño
entre tus dedos,
cruzo de norte a sur el alba,
y se derrama antes de encontrarla,
se deshace en un instante
y llega la noche,
con la luna inconstante
no sé yo,
si es… o si me importa.
Desalojo.
Hoy me voy a desprender en general,
o sea, de todo lo que alojo…
de la memoria,
de la duda,
de los fuegos fatuos,
de la quimera,
de las mortajas,
hasta voy a desempolvar mi casa,
de los amores de ahora
de los de antes,
hasta de mi “yo” misma
de las cajas, de la negra,
y de la blanca,
pararé los relojes
cuando haya terminado,
luego ya sin equipaje,
sin refugios,
sin cadenas,
sin impedimentos
seguro es que seguiré
sintiendo, lo que siento.
Y después veré,
la montaña de realidades.