Sueño y Vuelo, aunque me caiga luego...

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Corramos... Hay que salvar el planeta.

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La Tierra

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viernes, 4 de noviembre de 2011

Menuda “Jangá”


¿Qué cosas no?

Que la vida que todo te lo da, te ponga los límites en “ modo radical “, que en un pis-pas, te lo dé todo, o te deje sin “Na”.¡ Qué Jangá ¡

- Como decía mi médico el otro día, me sonó la palabra porque se la oía de pequeña a mi vecina María, la usaba creo que demasiado, tanto, que a la vejez la volvieron a bautizar sin alterar su nombre real, le añadieron la palabreja detrás “ María la Jangá” y se hizo oficial...

Aquello a mi me pareció tan divertido y original, que se quedó en mi memoria como algo para contar.

Ella solía decírselo a su marido en el porche, de noche, cuando se sentaban a contarse las mismas cosas, las de ahora, las de antes, aquellas donde se les fueron las horas...

Las que a ella le parecían hermosas y que cada noche ya le parecían tonterías- Quizá fuera la edad- él terminaba de hablar y ella sonriendo le decía : ¡ Qué Jangá ¡.

Luego lo decía todo el día, porque decía que esta vida era una tontería... Porqué lo diría...

¡Vaya!, empecé con la vida, seguí con la tontería y acabé en la “Jangá” de la señora María. Pues como contaba, mi médico me la recordó mientras me decía:

_ Muchacha, (echándose hacia tras con su bata blanca y su sonrisa franca), yo podría recetarte un antiinflamatorio que te quitara tu dolor de hombro, pero a ti esa medicina te haría entrar en crisis con tu flora intestinal, y seguida con una gran naturalidad pronunció la palabra “ y no quiero cometer una “Jangá”, y a mi me entró la risa y me atrapó el recuerdo de María.

Pues eso, una “Jangá” es una tontería, jerga del pueblo y con cultura eh, que la señora María estaba jubilada de secretaria del juez de paz del pueblo en sus jóvenes días...

Un día sin más su marido le preguntó que quería decir con tanta repetición de la palabra en sí, y ella sin más le contestó : ¡ ay mi amor, pues “una jartá de tonterías”!

Yo pienso a veces como la señora María, porque aver, ¿No será verdad lo que ella decía, que al final cuando después de un rosario de infortunios, cuando ya podemos mirar y valorar mejor y con serenidad la vida, se vaya la gente incluso antes de tiempo, así, como si todo fuera una tontería?

Esta vez mi médico me hizo recordar a María y a Patricia que se fue con 18 años, eso si que fue una “jangá”, y yo lo escribo como una tontería, pero tiene su sentido... supongo que como la vida... no lo sé, pero no saberlo también es una tontería.

domingo, 30 de octubre de 2011

Porque Sí.


Muchas palabras se pierden en las fauces del orgullo sin poderlas pronunciar.

Yo no entiendo de esas cosas, yo digo lo que siento, y lo puedo demostrar, no suelo perder mi tiempo, por orgullo no me pierdo “na de na” y no me paro siquiera a quien le pueda gustar.

En mis labios quedó la poesía y en mis ojos la claridad me guía, mi interior rompe en mí como un aguacero, con una fuerza imposible de parar, buscándome la menor falla me grita y un resonar de martillos me pone en alerta el alma.

No soy una rosa, solo soy un desastre transparente, no soy un pedazo de pan, pero soy luchadora y sincera como la que más…

Amiga de mis amigos a los que mi corazón ofrezco, no halago por halagar, si lo hago es de verdad, no tengo rey ni corona, mis principios son mis normas, pero eso si, soy leal, no doro la píldora a nadie, pero si consigues mi cariño, ya lo tienes para siempre…

Y si me enamoro hierve la sangre del mundo y desboco el corazón y las pasiones afloran, como flores en su tallo, tal cual, así de natural…

Y cuando quiero no me quedo con la gana de gritar, grito si me hacen tropezar…

Y si te quiero… seguro te voy a besar… que no me pienso “privá”_ que va_ que va_

Si me río…

Arrastro ríos de colores en un desierto monocromo.

Y si canto, vuela libre mi voz cruzando el mundo veloz, aunque sea sin alas y sin voz, abro mi corazón…

domingo, 23 de octubre de 2011

Poemas Pequeños.

Que cuánto yo te quise?, Olvídalo,

¿Que si te quiero ahora? ¡Qué más da¡

¿Qué vuelves a quererme? Déjalo,

Y mientras, en los ojos deshojados,

la luz incierta del olvido,

ese dejar de ser, tras los cristales.


Dime

¿Por qué me robaste el alma

y te bebiste de golpe

el verde de mi esperanza

para la sed de tu agua?

Déjame beber de tus labios

la explicación de la causa.


La lluvia hiere la noche que se derrama

segundo a segundo calmando mi ansia,

tu recuerdo envenena este corazón mío

y se le hace grande la tristeza,

se le amontona el dolor y las preguntas,

¿me has querido algún instante?

La respuesta me sabe amarga

como los besos de la boca del engaño...



A veces en el mar de tus palabras,

Se queda mi tristeza prisionera,

Y la dulce caricia que guardaba

Promesa de tus manos…

Se duerme entre mi clara cabellera

Y en el beso dormido de tus labios.