
Respiro hondo
cierro los ojos
y me lleno…
de lo que no existe
allí no llega el aire,
ni viento huracanado
que me trunque el talle,
no necesito terapias
de cielos y de mares.
Y como en un sueño
se va el desasosiego
que me turba y que no quiero.
No hago caso de las lágrimas
que golpean las compuertas
de las cuencas de mis ojos _ rebeldes_
Intento llenar de aire mis pulmones,
entre mis manos,
hojas frescas de Romero
que deshago entre mis dedos,
me entrego a su aroma
y me mezclo,
con la naturaleza,
sin batallas que se lleven
mis escasas fuerzas.
Me encuentro alada
a golpes secos de remolinos
que me tragan sonriendo
y me llevan serena
hacia la nada.
a mi casa,
buscando el aroma
que tanto anhelaba
y en la penumbra vespertina,
me siento liberada,
nuevo sueños
se mezclan entre mi pluma
y mi alma,
y deshago los sentidos
que llevo colgados
llenos de utopías
en los bolsillos del vestido,
convirtiéndolos en susurros
agarrados a los costados de mi tiempo.
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Huellas.