
Sólo quería…
Acariciar tu cara
Y unir tus manos
A las mías…¡Que fantasía¡
Y arrobo
Una noche en la arboleda
Bajo la mirada trémula
De una luna completa.
Meciendo mis ojos verdes
Por lo suave de tu geografía
¡Qué osadía la mía!
Y voló la pena a ciegas
Sobre el ocaso quebrado
De alargadas esperas
¡ Y fui una nena ¡
Fui dejando la vereda
Y la mirada de niña
Iba cantando la pena,
Con las bilis encendidas
Y estrujando el cuaderno
De mis versos,
Que me lleva de regreso.
Sobre una empinada acera
Que recogía de los árboles
Miríadas de hojas secas.
Noviembre…
Me gritaba a voz en grito
No confíes en los hombres,
Haciendo la noche más clara
Agrandando su pobreza.
Estrujaba en mi carpeta
Y prolongaba la noche
Haciéndola una condena.
Y creé mi poesía
Llené de besos tu boca
Como torrente de agua
Que bajaba entre las rocas
Y ¿para qué?...
Que hizo mella
En la cabaña del pastor
Ya sin luz y sin estrella.
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Huellas.