Era una mañana suave ya de primavera
el sol leve y acariciador
y el aire repleto de azules sin mácula.
Hubiera sido un paseo como cualquier otro
si no hubieras aparecido.
Llegaste haciendo cabriolas
como si fueras pájaro
como si yo toda fuera un árbol
con todas sus ramas donde posar tu trino
con la alegría osada que vence los obstáculos,
parecías un mosquito de esos que campan
en las charcas de Doñana.
Y tienes menos seso que un mosquito
yo "me lo tengo dicho,
que en el campo hay muchos bichos".
No tengo nada escondido en la luna del armario
no hay ruido ni latidos bajo la otra luna
que brilla en el espacio ( a ver como te lo digo).
que voy embadurnada para todos los bichitos.
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