domingo, 4 de junio de 2023
Mamá te has ido...
Mamá te has ido... Y Cuánto te extraño.
Y yo te escribo allí donde te encuentres, en algún lugar mejor que el que me encuentro.
Y te digo que no me acostumbro a los reveses del mundo cruel y en él me cobijo sin dejarme ver.
Me cuesta respirar, el viento frío va más rápido y va absorbiéndome el aliento.
Siento en mi pecho dos cuchillas sin vértices rompiendo la jaula de mis costillas débiles.
Quisiera ser inmune a todos los ventarrones que azotan con metralla lo frágil de mi ser.
Mi sonrisa, paraíso eterno perdido en mis adentros, volverá con el tiempo...
Demasiada vida débil para tantos vientos.
Y qué te digo a ti... si no sé ni de mí.
Pero te lo cuento entre vientos y el aliento de mi pluma, a golpes sincopados de ternura.
Así es como me siento, cuando quiero llorar no lloro y cuando no quiero lloro.
Cuando la vida se mira triste duele y pierde su sabor.
Te confieso que en estos días pienso coger el teléfono y luego caigo que ya no estás allí donde cogerlo.
Ten por seguro Mamá que siempre estarás en mi corazón, dentro muy dentro. Te Quiero.
sábado, 19 de noviembre de 2022
Velero.
En mis tiempos abiertos
, cuando escribo en el retiro buscando el ánimo perdido, construyo en el papel un velero que lanzo en mi mar Atlántico, ese mar que tanto amo, dejando a bordo lo que siento.
¡A donde irá a parar!
Buscando ese ánimo perdido que me deja en soledad, entre oleajes y tormentas y no alcanzo a rescatar.
Cuantas veces quiero irme con el barco mar adentro en ese espacio inmenso que no me encuentre ni yo…
Cuando las aguas se calmen, me encuentre conmigo y me vuelva a saber, quizá una red me traiga a la orilla Otra vez…
Me he perdido, y no sigo el curso de mi ser, quizá esté ahí detrás de la memoria
buscándome hacia dentro.
martes, 23 de agosto de 2022
Primer AmoR.
Cerrastes tus párpados sobre los campos color Violeta
que vestían tus ojos cuando los abrías.
A veces abro las galerías hondas de mi alma
Para volver a encontrarme
Y me pliego a mí misma
Con esa laxitud de una flor dormida
Que recoge sus pétalos cuando se siente perdida.
Y otras sonrío y camino con los ojos llorosos
Y la sonrisa puesta
Abandonando ese abrir del alma
Sin puertas ni ventanas sellando las heridas.
Ayer te fuiste, apresuradamente, antes de tiempo
Sin previo aviso…
Confieso que me ha dolido tanto, tanto,
Como duelen los primeros amores
Esos que no quedan nunca en el olvido.
Tu corazón no aguantó y no te valió la aspirina
Con la que frívolamente nombrabas tus infartos.
Un fino temblor enhebra mi pensamiento
No voy a verte, no soy valiente.
Porque sé que te vas cautivo, preso y quieto
Bajo la cumbre de mi pecho… Lo siento.
Ahora desde algún lugar más puro y radiante
Seguirás mirándome como lo hiciste siempre
Rondador por el aire … quizá en su día nos volvamos a ver
En alguna otra parte, lejos de los ojos terrenales…
Nunca voy a olvidarte.
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