
viernes, 29 de febrero de 2008
Arrinconar el Sueño.

Apareciste de repente en mi vida, te colaste por todas las puertas que estaban abiertas y por muchas también que estaban cerradas, incluso con cerrojos. Me miraste durante horas y días sin cansarte, por las rendijas de sombra y luz de tu mirada, y te quedaste, como se queda el amor, sin pedir permiso. Tú y tu rincón ocupando todos mis rincones. Toda tu ilusión ocupando mis ilusiones, tú en tus sueños y yo en los míos…
Yo no sé que te dije...creo que no te dije nada, eso es lo malo. Teníamos un mundo callado, y empecé a imaginar tu respiración en la noche con compás de nana para dormirme, a tu olor, a tu paso seguro mientras recorrías la casa como si fueras mi sombra.
Tú nunca te reflejabas en el espejo cuando yo me miraba contigo a mi lado, y yo miraba demasiado sin encontrarte.
Compartíamos los versos, los vasos, la palabra, la manta de lana, la plata de la luna que filtra la ventana, la lumbre y hasta la cama. Tú ignorabas mis arrebatos de melancolía. No los veías; la balanza de los sentimientos guardaba un absurdo equilibrio. No me dabas más que yo a ti, eternos pensamientos, el sueño no da para tanto.
Llorábamos a solas, estoy segura. Nos dolía el miedo a perdernos allí en nuestros sueños…Y mi torpe empeño en que te gustaran mis poemas, mi tarta de manzana que nunca probaste, mis manos que nunca tocaste...
Aun antes de oír mi risa, ya eras cómplice de mi alegría y mi regazo tu almohada en los momentos tristes... ¿tanto te quería?
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Demasiado tarde
ResponderEliminarya es mío tu corazón
Alnitak
Este escrito es simplemente, una joya. La copio para guardarla...
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